domingo, 17 de agosto de 2014

LA PERICO 2014

Hace tiempo atrás y tras no haber sido seleccionado en la lotería de la QUEBRANTAHUESOS, se me metió en la cabeza hacer La Perico no como objetivo personal y si como reto para, simplemente, acabarla. A pesar de no ser muy recomendables este tipo de eventos para mi maltrecho tobillo, me apetecía al menos intentarlo, y para ello tengo que decir que sólo hice un día de puertos para “probar” si era una locura para la lesión, o por el contrario, era factible acabar al menos. Solo modifiqué mis entrenos ese día, pues en el resto de mis entrenos muy pocas veces hago mas de 3 horas.

Aterrizábamos el sábado a Segovia para recoger el dorsal y el chip, y disfrutar un rato del buen ambiente que se respiraba por todos los alrededores. El domingo, tocaban diana a las 6 de la mañana, y tras un copioso desayuno, salíamos con algo de nervios hacia Segovia. Al llegar allí, y por cosas del destino, aparcamos justo al lado de un buen conocido de otros tiempos, Alfonso el boticario, un buen biker al que este tipo de eventos le encantan. El día pintaba fresco y había gente incluso con manguitos y chaquetas. Nada mas lejos, hizo un día que se puede decir PERFECTO para el disfrute de la bici.

Sobre las 7:50 llego al acueducto y compruebo mi primer error, ya está todo el mundo allí y por tanto me toca salir el ultimico. Bueno, no pasa nada –pienso-, el objetivo es acabar y sobre todo disfrutar. Se da la salida y veo en la lejanía como se estira el pelotón, los 10-12 primeros kilómetros son neutrales hasta la granja y partir de aquí ya cada uno a buscarse la vida.

Pronto llegan las primeras rampas del puerto de Navacerrada, voy bien, muy fácil, con muy poco desarrollo y con el pulso bajo para lo que suelo yo. Sin darme cuenta alguien dice – ¡aquí empiezan las 7 revueltas¡- , las paso tranquilamente y a mi ritmo, mi idea era ir guardando al máximo. Así todo, pronto veo ya las pistas de ski y coronamos Navacerrada. Arriba paro a evacuar un poco de liquido y para abajo, primero un falso llano y luego ya la bajada en sí lo que es Cotos, paso muchísima gente porque bajar se me da algo mejor que subir. Como, bebo, y la cosa va bien, piernas bien, pulsaciones perfectas.

Entramos a Rascafría,  en el empedrado, y pronto giramos a derechas para encarar las primeras rampas de La Morcuera. Este puerto si lo conocía  de cuando vine el 26 de junio a reconocer 3 de los 4 puertos. El único que no conocía era Navacerrada. Bien, este puerto se me hizo largo aquella vez, pero esta, al contrario al subir tan despacio y tan fácil pronto me vi en las ultimas rampas sin hacer ningún exceso. Las piernas van bien, muy bien, el corazón de lujo. Antes de llegar al avituallamiento, otra descarga de líquidos y primer paso por el control. en el avituallamiento, relleno los bidones y me como medio sandwich muy rico por cierto y ala, para abajo. Justo al empezar la bajada (que ya conocía y me frotaba las manos para adelantar mucha gente), comienzan a decirnos que frenemos que mas abajo esta cortado, asique mi gozo en un pozo. Tras bajar muy despacio medio puerto, al llegar al lugar del accidente nos paran en seco a TODOS durante al menos 10-15m. Al parecer un chaval ha tenido una caída bastante fea, en la que incluso se necesitó del helicóptero médico. Desde aquí, animar al chaval y ojalá que no sea nada. Alguno pregunta que pasará con nuestro tiempo, pero pronto comprendemos que es una tontería. Con ese regusto amargo de la caída de un compañero, emprendemos el resto de la bajada, con la precaución de haber visto lo que puede pasar.

Llegamos a Miraflores tras haber adelantado bajando a muchísima gente a pesar de la precaución,  y nada mas llegar abajo, giro a la izquierda y comienza el tercer puerto del día, Canencia, que nos saluda con una primera rampa con unos porcentajes respetables. No pasa nada, sacamos plato, y a subir tranquilamente. Aquí veo que todo va bien y empiezo a meter algo mas de desarrollo, a subir con mas alegría. Si bien, los dos últimos kilómetros son duretes y ahí dosifiqué fuerzas. Coronamos el tercer puerto del día y yo la verdad contento, voy bien de piernas y de pulso mejor aún. Como, bebo, evacuo..y bajando igual, paso mucha gente que luego me pulveriza subiendo. Llegamos a un enlace de puerto que yo tenia marcado y que es, desde el cruce de abajo de Canencia hasta Lozoya. Voy en un grupo bastante amplio de gente, al resguardo. La velocidad es buena pero veo que en los repechos aguanto bien, asique perfecto. Me bebo un gel para los calambres por si las moscas, aunque salvo alguna rampita, no me visitaron en todo el día. Durante este enlace, me iba revisando el tobillo y ya empezaba a notar cierto dolorcillo aguantable. Los calcetines Medilast quizá también contribuyeron a mejorar el confort.

Una vez en Lozoya, giro a derechas y comienza el último puerto del día, Navafría. Todo iba muy bien hasta que a mitad de puerto noto como una molestia-dolor detrás de la rodilla izquierda que me empieza a preocupar. Me da mucha rabia porque subo muy muy fácil a estas alturas, pero si apretaba se me acentuaba la molestia. Empiezo a comerme la cabeza, además, el dolor de tobillo empieza también a acentuarse pero a “este” ya lo conozco. Corono con cierta preocupación de si podré llegar después de haber guardado tanto. De la rabia no paro ni en el avituallamiento de arriba. Sigo para abajo en una bajada que no conocía y en donde el asfalto esta de forma lamentable. Aun así me dejo caer detrás de un grupete que bajaba bien. Iba todo el rato pensando que quedaba lo peor según todos aquellos que ya han hecho La Perico. Es el tramo que va desde Navafría hasta Segovia, unos 35-40km.

Bien, pues me pongo a rueda de una grupeta que pronto fue ganando ingredientes, entre los que cogíamos y los que llegaban. Miro al garmin, vamos a 30-34km/h. La rodilla no me molesta llaneando, el tobillo ya ha entrado en modo off(ni lo siento). Cojo moral y ánimos porque aguanto bastante fácil la grupeta incluso en los repechos tiraba un poco. Pasamos el último avituallamiento y tampoco paro a pesar de ir casi sin agua. Pero tanto había comido y geles y demás que ya hasta me dolía el estomago. Voy pensando que no se está haciendo tan duro el “temido” tramo y eso que por momentos, entra viento de cara, es mas, voy todo el rato entre los 2-3 primeros de la grupeta. La rodilla no me  molesta, calambres no llevo, voy muy entero. A falta de 10-15km a meta se pone un chaval a marcar ritmo y nos enfila a todos, menos mal que lo iba frenando un compañero con el que iba. Yo voy loco de contento, la rodilla va bien, y voy rezando para no pinchar a falta de 5km. –Ya llego- pienso. Al llegar, picaba un poco hacia arriba, el chaval empieza a tensar y yo a rueda. en la última rampa de entrada a meta, meto un par de piñones y con suavidad me voy fácil de todo el grupo entrando en meta con bastante alegría de haberlo conseguido y demasiado entero, lo que me hace pensar que guardé demasiado, aunque esto nunca se sabe. Al final, un tiempo de 6h57m a los que habría que restar unos 20m por el tema de La Morcuera, pero eso no es lo importante. Lo importante es que conseguí acabar dignamente.

Desde aquí agradecer a mis amigos y mi Sarita que confiaron en todo momento en que podría hacerlo. GRACIAS.

Hoy domingo 17 de agosto os comento las secuelas, estoy bastante bien muscularmente, la rodilla también bastante bien. Lo malo, el tobillo, estaré un día o dos ayudándome de la muleta y a base de artilog y glizolán, pero contaba con ello. Estoy muy contento. Mi siguiente reto de este nivel será la QUEBRANTAHUESOS 2016, si mi tobillo quiere.

NOTA: si pincháis en el nombre del puerto, veréis toda la información.

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